Esta semana podría ser clave para el futuro de Ucrania: Steve Wittkoff, el enviado especial de Estados Unidos para Ucrania, viaja a Moscú para reunirse con Vladímir Putin. Washington negocia con ucranianos por un lado y con rusos por otro, sin consultar a la Union Europea. Pero en estas conversaciones se juega la seguridad europea. ¿Queda la UE relegada a pagar las facturas? Bruselas intenta mantener la presión diplomática y la ayuda militar para Kiev, liberando ahora los activos rusos congelados en Bélgica.

Estados Unidos y Ucrania calificaron de "productivas" las conversaciones que mantuvieron en Florida sobre el plan de Washington para detener la guerra con Rusia, pero también manifestaron que las negociaciones están lejos de concluir. El presidente estadounidense, Donald Trump, afirmó que hay "buenas posibilidades" de un acuerdo pero advirtió que el escándalo de corrupción que sacude a Kiev "no ayuda". Las negociaciones tienen lugar en un momento en que Ucrania enfrenta gran presión militar y política. [Noticiero completo]

El papa León XIV llegó a Líbano este domingo, tras visitar Turquía, y pidió a los libaneses "anteponer la paz a todo lo demás" y permanecer en su país, pese a las múltiples crisis que castigan a la región. El pontífice se reunió con el presidente libanés, Joseph Aoun. Antes, aún en vuelo, el papa había afirmado que la solución de dos Estados para el conflicto palestino-israelí es la "única” que puede resolver el problema.

En Florida comenzaron las negociaciones entre la delegación ucraniana y altos funcionarios estadounidenses para debatir el plan de Donald Trump para poner fin a la guerra con Rusia. Kiev enfrenta una enorme presión militar y política por la difícil situación en el campo de batalla, la debilidad del Gobierno tras el último escándalo de corrupción y la amenaza de Trump de cesar todo apoyo financiero y armamentístico.

Las amenazas de Estados Unidos y las limitaciones al tráfico aéreo se siguen con gran atención en todos los países vecinos de Venezuela, pero particularmente en Colombia. Allí, a pesar de los cuestionamientos legales y las consecuencias que podría suponer para la población, migrantes venezolanos consideran que sólo una acción militar extranjera podrá devolverles el país que se vieron obligados a abandonar.